MIGUEL ÁNGEL (EL PECADO): CRÍTICA DE CINE

La coproducción entre Italia y Rusia, Miguel Ángel (El Pecado), está dirigida por Andrei Konchalovsky compartiendo guion con Elena Kiseleva. “Una nueva visión del gran artista, que sorprenderá por su realismo”

A principios del siglo XVI, camino de Florencia, nos encontramos con Miguel Ángel (Alberto Testone) alterado y despotricando. Vive en la pobreza, aun trabajando hasta el agotamiento y luchando por finalizar el techo de la Capilla Sixtina, un encargo del Papa Julio II de la familia della Rovere. Al morir éste se obsesiona en conseguir el mejor mármol para acabar su tumba, pero entonces el nuevo papa León X de la familia Médici, rivales de la familia della Rovere, le encargan la fachada de la basílica de San Lorenzo. Miguel Ángel luchará por complacer a ambas familias entrando en una espiral de engaños, ante las exigencias de los unos y de los otros.

El guionista, productor y director de cine, Andrei Konchalovsky, estudió durante 10 años en el Conservatorio de Moscú, con la idea de ser pianista. Continuó sus estudios graduándose en el programa de dirección del VGIK con Mikhail Romm. Rueda su primer cortometraje “El niño y la paloma” en 1961 y debuta en el largometraje con dos obras, “La felicidad de Asia” y “El primer maestro” en 1966, a las que siguieron  “Nido de nobles” 1969,  “Tío Vania” 1971, “Romance de enamorados” 1974, “Siberiada” 1979, “Los amantes de María” 1984,  “El tren del infierno” 1985, “Ansias de vivir” 1986, “Vidas distantes” 1987, “Homer y Eddie” y “Tango y Cash” 1989,  “El círculo del poder” 1991, “Kurochka Ryaba” 1994, Dom durakov” 2002, “Glyanets” 2007, “El cascanueces: la historia no contada” 2010, “El cartero de las noches blancas” 2014, “Paraíso” 2016, “Miguel Ángel (El pecado) 2019 y “Queridos camaradas” 2020. Cuenta con los documentales: “The King of Ads” 1991, “Lumière y compañía” 1995,  “Bitva za Ukrainu” 2014 y “Homo Sperans” 2020. El cortometraje “Split Cherry Tree” 1982 y para televisión ha dirigido episodios de las mini serie “La odisea” 1997 y el telefilme “El león en invierno” 2003.

Miguel Ángel (El pecado) nos presenta una narración claramente dividida en tres partes. La primera se centra en la figura de Miguel Ángel en medio de sus locuras y extravagancias propias de un artista de su talla, luchando contra sus propios fantasmas e intentando buscar el modo de contentar a las dos grandes familias que se disputan su trabajo, sin obviar otras lecturas que sobre el gran maestro se pueden sacar, en esta nueva versión, de un artista sin parangón. La segunda está relacionada con esas dos familias que tuvieron un importante peso político, social y cultural en la época, entre sus guerras e intrigas. Los della Rovere en cuyo seno se encontraba la figura del Papa Julio II que fallece al poco de iniciarse la narración y los Médici, que alcanzarán el privilegio de que uno de los suyos, se convierta en el nuevo papa: León X. Entre ambos se halla Miguel Ángel, que irá de un lado a otro como si fuera una pelota de tenis, sintiéndose abrumado ante la premura que le exigen para ejecutar los trabajos solicitados, en una clara pugna de poder entre las dos familias, para de esta manera hacerse con el favor del artista más importante del momento, y la tercera parte o debería decir tema a tratar, es sin duda la extracción del mármol, tomando como modelo un gran bloque que han logrado cortar y que Miguel Ángel lo compra y exige que no se fraccione, pues él ya sabe lo que en su interior se esconde. En un principio los canteros consideran que bajar tal monstruo montaña abajo es una empresa imposible y es aquí donde el director a modo de documental, nos ofrece el largo y trabajoso proceso que se lleva a cabo desde la extracción de la piedra, a la que ya hemos asistido, para continuar con la construcción de las grúas que lo elevarán, los troncos de árboles para su desplazamiento, los grilletes, cuerdas y cuanto tenían a su alcance. Un magnífico trabajo artesanal y de esfuerzo humano impensable. Esta tercera parte puede parecer que está ligeramente al margen del resto de la narración, pero a mí me fascinó, por su esmerada presentación.

Otro punto a tener en cuenta es la atmósfera que logra crear Konchalovsky  junto al director de arte Maurizio Sabatini, el diseñador de vestuario Dmitry Andreev o el maquillador Gino Tamagnini, pues desde el minuto uno nos envuelve en ese ambiente que se respira en el pueblo, viendo caer el agua o lo que presumimos que no es agua, pues afortunadamente no se detalla, desde las ventanas a la calle mientras pasa la gente. Lo rudimentario del mobiliario y los utensilios más frecuentes. Los charcos y el polvo que se levanta al pisar el suelo, tanto en los exteriores como en los interiores, impregnándose en las pieles y los ropajes que visten la gente humilde, en contrate con la opulencia y el cuidado de los palacios e iglesias, sin olvidar la vestimenta de nobles y religiosos. La  belleza del arte del renacimiento, floreciendo de entre la mugre. Todo en este filme te atrapa de una manera u otra y te hechiza a través de la fotografía de Aleksandr Simonov y la banda sonora en la batuta de  Edward Artemyev.

Toca hablar del personaje principal, quien forma parte de ese todo: político, social y cultural, en la cotidianidad del siglo XVI. Un Miguel Ángel que rivaliza con otros artistas que le envidian y le admiran, que se debate entre lo humano y lo divino, que entra en trance y es tratado hasta de loco, algo que a él no le importa reconocer o que crea la perfección sin saber cómo lo hace. Un hombre que derrocha energía entre sus profundas miradas, distracciones, arrebatos, pasiones y divagaciones en medio de sus caminatas. Un personaje del renacimiento encarnado en el cuerpo y la mente de Alberto Testone. Un actor que se entrega en cuerpo y alma, porque su personaje le exige vitalidad, arrojo, humildad y hasta brotes de soberbia y sin la menor duda, Testone lo da todo para deleitarnos con un Miguel Ángel diferente al que hemos visto hasta la fecha y que a mí, personalmente, me resulta más creíble, humano y artista.

Mi nota es: 8

ESTRENO EN ESPAÑA: 6 de mayo

REPARTO: Alberto Testone, Yuliya Vysotskaya, Orso Maria Guerrini, Jakob Diehl, Glen Blackhall, Adriano Chiaramida, Massimo De Francovich, Antonio Gargiulo, Riccardo Landi, Francesco Gaudiello, Federico Vanni, Anita Pititto, Nicola De Paola, Alessandro Pezzali, Nicola Adobati, Simone Toffanin, Roberto Serpi y Salvatore Pulzella.

PRODUCTORA: Production Center of Andrei Konchalovsky// Jean Vigo Italia// RAI Cinema.

DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Surtsey Films.